La razón por la que creo pertinente hablar de este asunto es poRque muchas personas no tienen muy claro nuestra posición con respecto a las vacunas. En el escrito anterior sobre Nuestro derecho a no vacunar, un amigo muy querido y admirado por nosotros nos envió un enlace que hablaba sobre los estudios que se han hecho en los que no encuentran evidencia que enlace el autismo con las vacunas. Aunque era un artículo que ya había leído me hizo reflexionar sobre la importancia en la prevención y la necesidad de explicar más ampliamente el papel que han jugado las vacunas en el desarrollo del autismo en nuestros hijos.
La posibilidad de que mi esposo y yo tuviésemos un hijo autista comenzó cuando éramos pequeños y se nos vacunó. La cantidad de mercurio que fue inyectada en nuestro cuerpo nos acompañó toda la vida. Es mucho lo que hemos investigado sobre el tema y todas las evidencias apuntan al mismo sitio.
De hecho nos hicimos las pruebas de metales pesados y yo tenia niveles altos de mercurio y mi esposo tenia niveles altos de Cadmio y Mercurio. Nuestra nena como comenté en escritos anteriores tenias niveles altos de mercurio también. Ella no desarrolló autismo como es común en la mayoría de las féminas porque nuestros niveles de estrógeno protegen nuestro sistema neurológico, pero si padecía de intensas infecciones de oído, migrañas severas y constantes, alergias que desencadenaban una bronquitis todos los meses, problemas digestivos, etc. Con ella corrimos todos los médicos habido y por haber y nunca encontraban la causa. Los médicos la tenían a los 8 año en un régimen de Protonix 40mg diarios (dosis de adulto) e Imitrex (dosis de adulto) para controlar las migrañas, y no hacían diferencia. Llevo sobre mis hombros el peso de no haber recurrido a la medicina NO tradicional antes ya que fue con Edwood Joel que descubrimos que los problemas de salud de Yerelin tenían la misma raíz, el mercurio. Todos sus problemas desaparecieron cuando le dimos el tratamiento de detoxificación de metales (limpiamos su sistema)+ transfer factor (fortalecimos su sistema inmunológico)+Treelac (controlamos sus niveles de candida).
Sus migrañas, alergias, dolencias estomacales, bronquitis, etc. desaparecieron. Hoy día no utiliza ningún medicamento, solo toma sus multivitaminas en la mañana y listo. Con nuestro hijo ya ustedes conocen la historia, el se ha recuperado a un punto que lo único que toma son sus multivitaminas en la mañana y sus enzimas digestivas. Y claro continua en su dieta, aunque el gluten lo maneja muy bien con las enzimas, lo que si evitamos es la casina a toda costa.
Cuando reflexionamos sobre nuestra niñez encontramos similitudes. Edwood era un niño sumamente introvertido, le gustaba estar sólo, jugar sólo, pasaba horas sentado cuando muy niño y cuando le preguntaban que hacia el contestaba que estaba pensando. En aquellos tiempos le saltaron de grado en dos ocasiones por lo adelantado que estaba. Su obsesión era la lectura. Entró a CROEM a los 15 años de edad. Incluso recuerdo que su padre me mencionó en una ocasión que acostumbraba corregirlo porque cuando muy pequeño andaba con sus manitas guindadas. Edwood nunca desarrolló autismo aunque él mismo reconocía en nuestro hijo cuando bebé características que él tenía. Una vez le pregunté si recordaba en que pensaba cuando era niño y me dijo que se imaginaba viajando por el espacio, podía ver los diferentes planetas y creaba en su mente sus propias aventuras espaciales. Demás está decir que mi esposo es escritor desde muy niño.
Yo por mi parte desde pequeña padecía de migrañas severas, alergias y colon irritable. Mi historia en cuanto a la salud era muy parecida a la de la nena. De hecho yo padecía de tos de crup. Razón por la que pensábamos que por eso nuestro nene padecía de ello. O al menos así se nos había indicado. También me obsesionaba la lectura, aprendí a leer desde muy temprano al igual que Edwood. Quiero aclarar que obseción con la lectura implica como en mi caso que desde los 5 años mi cuarto parecía una tienda de paquines o comics, eran mi obseción. Hoy día mi obseción con la lectura se divide en 2 Autismo y las novelas de Harry Potter.
Se preguntaran qué tiene que ver todo esto con la prevención, les explico. Los metales pesados que estén en nuestro cuerpo pasan a través del útero en invaden a nuestros bebés. Cuando estos nacen su sistema inmunológico está tan comprometido que no toleran el régimen de vacunación al que son expuestos, siendo la vacuna de los 18 meses la gota que colma la copa. El sistema tumba, comienza a atacarse a sí mismo y se desarrolla una enfermedad auto inmune, en el caso de EJ fue el autismo.
Ahora, que es lo que yo propongo, ya que el pasado no lo podemos cambiar, las vacunas que nos pusieron por un lado nos protegieron y por el otro ya ustedes saben. Propongo que tu que deseas ser mamá y tu que deseas ser papá te hagas una prueba de metales pesados y desintoxiques tu cuerpo antes de concebir un bebé. Luego de dar a luz es importante que el regimen de vacunación no sea por tandas de siete vacunas a la vez sino una a una dando espacio por vacuna y asegurarse que las vacunas no contengan Mercurio como preservativo
http://frentealautismo.blogsome.com/2007/09/09/como-disminuir-la-posibilidad-de-tener-un-hijo-que-desarrolle-autismo/
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