Caso particular es el uso que se le ha dado a la palabra “Autismo”. Tristemente muy de moda en el argot de los políticos para hacer referencia a aquel que no comparte su misma ideología y se mantiene estático, a la espera de un cambio por el que no hace absolutamente nada. Hemos tenido que sufrir con los “titulares” que adornan los periódicos nacionales, al citar inocuas frases de nuestros máximos “líderes”, en las cuales hacen uso del término “Autismo” como un insulto y una anomalía de la cual habría que condolerse y/o abochornarse. Si nos ponemos académicos debemos referir que la palabra “Autismo” viene del griego auto- de autós, "propio, uno mismo", y fue utilizada por primera vez por el psiquiatra suizo Eugene Bleuler en un tomo del American Journal of Insanity, en 1912. Si nos ponemos humanos deberíamos acercarnos a observar los rostros de los niños que poseen (no sufren, otra manera inadecuada de decir las cosas) este síndrome y darnos cuenta de la belleza que emanan y el maravilloso significado que representa su presencia en nuestras vidas, situación muy alejada de lo que quieren representar aquellos que traen a colación la imagen de estos dignos seres, cada vez que se les acaba el arsenal de improperios y toman el término para hacer de él un uso repulsivo.
La labor titánica emprendida con absoluto amor por los padres de estos niños con el fin de aportarles las herramientas más adecuadas que les permitirán incluirse en este mundo tan hostil, merece en el menor de los casos, nuestro más sentido respeto y admiración. Aquellos que ostentan algún tipo de poder, bien sea político o económico tienen el deber moral de apoyar cualquier iniciativa que conlleve a la contribución de hacer realidad el camino hacia la inclusión total de las personas con disCAPACIDAD.
Si invertimos el tiempo utilizado para redefinir a las personas con disCAPACIDAD en emprender campañas que promuevan el respeto hacia ellas, nos convertiremos en promotores de un mundo que entienda que dicho respeto exigido, es un derecho implícito, porque es algo que merece todo ser humano. Nada positivo se ha obtenido del insulto y la agresión, más aún cuando tomamos la figura de ángeles que luchan con tesón por el logro de un espacio digno en el mundo.
Respeto… esa es la palabra mágica.
MJ
Visto en REFLEXIONES CAPACITANTES, escrito por una persona con disCAPACIDAD
6 comentarios:
Desgraciadamente, a cada rato uno tiene que llamar a los medios para decirles 'se refieren con otro término por favor' y explicas tal cual lo haces aquí. Sin respuesta, continúan al día siguiente.
En la casa enseñamos que no es un término peyorativo, pero en los medios de comunicación se repite a diario. A veces siento que no sirve de nada, porque si desde el presidente, las autoridades y el periodismo lo dicen...
Sabes, la palabra idiota se utilizaba para cuando una persona tenía alguna discapacidad mental, hasta ese término me cae mal.
Besos Minimimo, pones a Julen varios en una bolsita y se lo entregas :)
Maite, siempre se trata de respeto y es la falta del mismo lo que hace que el mundo entero esté como está. Todos creen tener derecho a juzgar sentimientos, desiciones, diagnósticos, tratamientos, etc.; sin considerar al prójimo.
Son pocas las personas que piensan antes de hablar, sin intención lastiman al resto, y cuando es con intención, ahí depende de la libertad q tengamos de cantarles las cuarenta o responder indirectamente, haciéndole notar la maldad en sus palabras.
Te felicito x esta entrada!
Un abrzo muy grande y muchas muchas sonrisas :)
Maite te felicito por la entrada es una lastima que utilizen terminos asi de algunos trastornos para ofender a otro, pero si luchamos estoy segura que con el tiempo esto va a terminar,muchos besitos
Me han gustado mucho todas las referencias y queda claro que la mala intención es el matiz que convierte una definición en insulto. Por ello yo añadiría a la lista de insultos e improperios la palabra "POLÍTICO" que sin duda define a la perfección a individuos desprovistos de moral solidaria y empatía con los discapacitados.
Muy bueno este articulo...que te lo robo y me lo guardo en mi carpetita de cosas que amablemente robo,ja,ja,ja,...un beso!!
Hola Maite, como bien ha terminado este articulo la palabra clave es respeto, dignidad y saber tratar a las personas como tus iguales.
Me ha gustado mucho la entrada, profunda y con ganas de reflexionar.
Un beso Bego
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