- “leer entre líneas”
- interpretar sentimientos
- comprender las intenciones escondidas detrás del significado literal del habla
- entender y practicar eI humor y la ironía
- disfrutar involucrándose en ideas imaginativas.
Por esta razón, la conducta social y emocional del autista está, en el mejor de los casos, regulada por factores externos y observables, y nunca por lazos mentales.
Sólo sobre unas reglas fijas, carentes de la flexibilidad y sutileza que caracterizan las verdaderas relaciones interpersonales, pueden aprender a expresar sus necesidades, prever la conducta de los demás, y alcanzar una cierto grado de sociabilidad satisfactoria.
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