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En contestación a una madre con la siguiente consulta:

"Cuando estoy fuera de casa y la niña me hace una rabieta los gritos de ella son desesperante e incluso dentro de casa, muchas veces algun vecino a venido a preguntar que le pasa a mi niña, creo que es muy dificil dentro y fuera de casa sobretodo fuera hacer como que su conducta no me importa. No se si esta bièn lo que hago pero es lo unico que la calma, solo lo hago en verano y es bañarla con agua fria porque se que no le gusta, me da miedo traumar a mi hija, quisiera saber si lo debo seguir haciendo u optar por otro metodo, alguna vez le he dado alguna nalgada pero es peor eso no me sirve".

Lo que tu hija hace contigo es una forma de manipulación donde busca si no conseguir lo que desea, llamar tu atención cuando menos. Cuando tú reaccionas a esos berrinches, refuerzas esa conducta, pues la niña se percata que tú te has dado cuenta que ella está molesta.

La nalgada no es recomendable para ningún niño, tenga autismo o sea normal, no es una forma de enseñar y sí le enseñas a los níños que con violencia o golpes se arreglan las cosas. Nuestra cultura latina nos enseñó que una buena nalgada es buena, de hecho, así nos educaron a nosotros pero se ha comprobado que un niño responde mejor por otras vías de corrección (no reprimenda).

Lo que Lety Domínguez te ha sugerido es una posibilidad para disminuir esas conductas, pero no erradicará el "vicio" que la niña ha creado de tirarse al suelo cada vez que no consigue algo, porque ya aprendió que de esa manera logra tu atención (ninguna dieta o pastilla elimina lo aprendido).

Se me ocurren 2 posibilidades que podrías platicar con los terapeutas que atienden a tu hija, aplicar EXTINCIÓN o bien TIEMPO FUERA OBSERVACIONAL.

Por lo pronto quiero sugerirte que cada vez que tu hija haga alguna de sus travesuras, antes de actuar piensa lo que vas a hacer. Cualquier corrección que hagas debe de dejar un aprendizaje para el niño. Es un error de muchos padres dejarse llevar impulsivamente y actuar con enojo (aunque lo amerite), porque lejos de dar un beneficio al niño, lo único que hacemos es descargar nuestra energía contra el infante. Una marca en la piel cicatriza en días, una marca en el alma dura toda la vida.

Es muy importante que siempre le comuniques a tu hija lo mucho que la quieres (aunque por dentro la quieras hacer chicharrón, jejeje) y que cuando le apliques una corrección, tu cara y tu voz deben mostrar desaprobación, molestia pero nunca rechazo y mucho menos odio. Nuestros niños son muy sensibles y aunque no lo demuestren, captan nuestros sentimientos.
Si sientes que tu enojo en ese momento es demasiado como para controlarte, es preferible que no apliques ninguna corrección y así evitar excederte con el niño.

De aquí en adelante, cada conducta disruptiva o inadecuada vela como una oportunidad de análisis hacia el futuro. Piensa siempre lo siguiente:

Causales:
- ¿Que fué lo que hizo mi hija?
- ¿Porqué lo hizo o que fué lo que la motivó a hacerlo?
- ¿Que actividad estaba haciendo antes de presentar esa conducta?
- ¿Cómo me podría haber anticipado para que no sucediera?

Corrección:
- ¿Cómo la corregiré de aquí en adelante cada vez que presente específicamente esa conducta?
- ¿Que aprendizaje obtendrá ella con el correctivo que aplicaré?
- ¿Existe alguna otra manera de enseñarle lo mismo, con la misma efectividad y que sea menos aversivo (severo, agresivo)?

Te felicito porque sales a la calle con tu hija y la enfrentas al mundo, lejos de quedarte encerrada en casa con ella. Nunca permitas que la opinión o gestos de simples observadores que no conocen la condición de tu hija afecte tu objetividad para su educación.
Y sobre todo, dile todos los días (mañana, tarde y noche) lo mucho que la quieres. Si tu hija no te expresa amor, dale mucho ejemplo y verás que con el tiempo será hasta empalagosa, jejejeje.

Ten en cuenta que algunos sacrificios que hagas hoy serán tu tranquilidad para el mañana, por lo que bien vale soportar el llanto de tu hija este año y no tener que lidiar con ello por el resto de su vida.

El camino mas fácil, contrario a lo que algunos puedan pensar, no es desentenderse del niño y su problemática. Por el contrario, es enfrentarlo y darle todas tus baterías aunque termines fatigada, pues será solo al inicio y con el tiempo, podrá ser una niña con habilidades sociales que podrá interactuar contigo y te permitirá hacer mejor tu vida. El desentenderte solo alarga el proceso y te convierte en esclava de tu hija, pues si no tomas desde hoy las riendas, mañana te será mas difícil.

(Fco. Javier Garza Fernández papá de Javiercito, autista severo)
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